miércoles, 18 de julio de 2012

La moda, ¿no incomoda?

A veces, vestir las últimas tendencias del momento se convierte en un verdadero problema para muchas mujeres. Entérate por qué y cómo resolverlo.


No es nada extraño que, para muchos, la moda se haya convertido más que en un estilo de vestir, en un estilo de vida. Y es que la publicidad, que nos bombardea a diario, juega un papel muy importante dentro de este mundo, pues fácilmente nos hace caer en la tentación de comprarnos los últimos zapatos o pantalones por la obsesión de lucir de acuerdo con las tendencias del momento, a pesar de que en algunas ocasiones eso signifique sacrificar la salud.

Aunque resulte un poco gracioso o utópico, hay muchas mujeres que buscan tener el cuerpo de las modelos o de las artistas, pues ven que a ellas todo les queda perfecto y siempre se ven bien. “La desesperación por encajar en una talla delgada puede llevar a la depresión y al excesivo consumo de dietas sin supervisión, terminando en un serio trastorno alimenticio y no con una imagen saludable y bella”,  Sin embargo, en la actualidad, someterse a un extremo cuidado físico es muy común, puesto que se busca conseguir un único fin:

lucir bella y a la moda.
Sin embargo, estas dolencias a las que se ve sometida la mujer, se las conoce desde la antigüedad, pues en la Inglaterra victoriana a ellas se les exigía utilizar rígidos corsés para mantener una cintura diminuta, lo que les provocaba desmayos y les impedía respirar con normalidad. Algo similar sucedió en China, donde se impuso que tener pies pequeños era sinónimo de belleza,

Lucir regia = sacrificio
se muestra como ícono de este mal que está acabando con la vida de tantas modelos, reinas y artistas, quienes en nombre de la moda y la belleza realizan extremos sacrificios alimenticios. “Todo exceso es negativo. En el mundo de los reinados me he topado con amigas cercanas anoréxicas y bulímicas que realmente necesitan ayuda profesional porque a pesar de que quieren recuperarse y salir de eso, no pueden”, afirma una conocida reina de belleza de nuestro país. Esto lleva a cuestionar el poco valor que se le está dando a la salud y a la aceptación a la autotortura física y sicológica.
Sí, incomoda
 el verdadero encanto de una mujer está en su personalidad y no en lo que pueda pensar el resto. “La aceptación social es muy importante, pues somos seres gregarios y no se puede decir que no nos interese lo que piensen los demás. Pero lo que debe pesar en nuestra balanza subjetiva es lo que pensemos nosotros a la hora de escoger el vestuario. Si algo nos hace sentir incómodas, aunque todos nos digan lo contrario, no lo debemos usar y punto”,  son inseguros y sensibles al ridículo son también más proclives a las críticas y a permitir que la autoestima decrezca sin darnos cuenta, concluyendo así que moda no tiene porqué ser sinónimo de aceptación.

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